Orest Kiprenski acabó la Academia de Bellas Artes en San Petersburgo en 1803 especializándose en pintura histórica, continuó sus estudios especializándose en retrato y fue en este género donde el pintor alcanzó su cumbre creativa.
Kiprenski se sentía un hombre del siglo XIX y aportó a sus retratos la pasión y la emotividad, el deseo de librarse de lo cotidiano y la rutina y de reflejar el alma en el mundo que caracterizó al romanticismo.
En 1827 pintó este retrato de Alexánder Pushkin que parece estar en un estado de profundo ensimismamiento. La mirada quizás refleje la tristeza de un periodo dificil en la vida de Pushkin: el regreso del exilio y el dolor por los amigos ejecutados despues de la sublevación de diciembre de 1825 en San Petersburgo.
El poeta tuvo en alta estima este retrato y envió a Kiprenski unos versos de agradecimiento: "me miro en este retrato como en un espejo, mas es un espejo que me adula..."
Esta obra forma parte de la colección de la Galería Tetriakov de Moscú.
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