Mijail Nésterov estuvo trabajando en este cuadro en el periodo comprendido entre la primera revolución de 1905 el la Primera Guerra Mundial (1914). Originalmente tituló al cuadro "Los Cristianos". La idea que impregna el cuadro es la del cristianismo ortodoxo como motor de la historia del pueblo ruso.
A orillas del Volga avanza una procesión. En medio de la multitud dos hombres portan un icono con el rostro del Salvador. Entre el grupo también está el zar vestido a la manera de los siglos XVI-XVII, con la corona del Monómaco y el cetro. El pintor intenta reflejar el potencial no sólo espiritual sino también intelectual del pueblo. Así, también tenemos retratados a los escritores F. Dovstoievski (al que Nésterov admiraba profundamente), L. Tolstoi y V. Soloviov. Detrás de Dovstoievski el pintor retrató a uno de sus personajes: Aliosha Karamázov. Delante de todo el grupo avanza un niño de gesto piadoso. La intención de Nésterov era plasmar el espíritu de la cita evangélica: “En verdad os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños. No entraréis en el reino de los cielos”.
Esta obra forma parte de la colección de la Galería Tetriakov de Moscú.
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