En esta obra de Vasily Maximov vemos una muestras de las disputas por las herencias que se daban en las familias del campesinado ruso.
Estamos en el interior de una isba de techo bajo viendo una escena en la que reina el desorden y la agitación. Los testigos están sentados a la mesa. Sobre ésta, el pan cortado simboliza la escisión de la familia. Con psicológica precisión el pintor representa el elocuente silencio de los dos hermanos. Al hermano mayor le cuesta soportar la mirada de reproche de su hermano menor. Sin embargo, el egoísmo y los intereses propios predominan sobre los lazos de sangre. La esposa del hermano mayor se adueña de la mayoría de las cosas. De expresión dura, el propio pintor la llamaba "la tía rabiosa". La mujer del hermano menor, ofendida por la injusticia mantiene su dignidad y feminidad.
Maximov era de origen campesino, de ahí que quizás haya presenciado escenas parecidas a esta.
Esta obra forma parte de la colección del Museo Ruso de San Petersburgo.
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