Grigori Ugriúmov fue uno de los primeros pintores rusos que se dirigió a temas históricos, creando una serie de cuadros dedicados a hechos y hazañas de héroes nacionales.
Para la realización se inspiró de este cuadro en un episódio narrado en la “Crónica de los tiempos pasados” (también conocida como “Crónica de Néstor”) escrita a comienzos del siglo XII. En ésta se cuenta que en el año 992, bajo el mandato del príncipe Vladímir, Kíev fue asolada por los pechenegos, un pueblo semi-nómada que habitaba las estepas de Asia Central.
El destino de la ciudad hubo de decidirse en un duelo. Un sencillo curtidor de nombre Ian aceptó el desafío del más fuerte de los pechenegos. Antes del duelo, superó con éxito la prueba de arrancar un pedazo de piel a un toro enfurecido lanzado contra él. Luego venció al pechenego y salvó a su ciudad.
Esta obra forma parte de la colección del Museo Ruso de San Petersburgo.
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