Iván Argúnov fue siervo de los condes de Shereméteiev y sin recibir ninguna formación artística sistemática llegó a ser uno de los pintores más importantes de su época. Además de su obra, educó a muchos futuros artistas entre los que destacaría A. Losenko, el futuro director de la Academia de Bellas Artes.
El retrato de esta desconocida está hecho siguiendo los cánones del clasicismo: equilibrio y estabilidad en la composición, líneas suaves, colorido suave... A finales del s. XVIII empezó a crecer el interés por los temas populares, interés paralelo a un aúge del sentimentalismo y de una idealización de la figura del campesino que lleva una vida sencilla en el seno de la naturaleza.
La retratada lleva un "kokóshnik" en la cabeza y un "sarafán". La obra reproduce exáctamente la vestimenta de gala de una campesina de la zona de Moscú.
Esta obra forma parte de la colección de la Galería Tetriakov de Moscú.
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