Catalina II paseando en Tsárskoe Sieló

V. Borovikovski. “Catalina II paseando en Tsárskoe Sieló”. 1794


El desarrollo artístico del ideario de la Ilustración tomó dos direcciones. Si el Clasicismo simbolizó los principios racionales de ésta el Sentimentalismo entró en la esfera de lo emocional.

Esta obra, al igual que otras, de Vladimir Borovikovski, es un buen ejemplo de esta corriente. Por este cuadro Borovikovski recibió el título de académico.

Se hace dificil reconocer a una poderosa emperatriz en esta afable señora entrada en años que pasea por el parque. Su vestuario no es lujoso, no aparecen atributos de poder imperiales, sin embargo, el entorno del parque no es menos suntuoso que el interior de un palacio. La pose de la emperatriz es reservada a la vez que majestuosa. Se nos muestra ante nosotros más a la manera de un filósofo que reflexiona en el seno de la naturaleza.

Esta obra forma parte de la colección de la Galería Tetriakov de Moscú.

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