Iliá Efimovich Repin nació en la localidad de Chugev, en la región de Járkov en el seno de una familia de un militar acomodado dueño de un posada y tratante de caballos. A los trece años fue aprendiz de un maestro de iconos y posteriormente con el dinero ganado se trasladó a San Petersburgo ingresando en la Academia de Bellas Artes en 1864. Frecuenta al mismo tiempo una escuela de dibujo donde es fuertemente influenciado por la figura de Ivan Kramskoi, futura cabeza de los Itinerantes. En 1871 por el cuadro "La resurrección de la hija de Jairo" recibió la medalla de oro y el título de artista clásico. El primer éxito para Repin llegó en 1873, en una exposición en Viena, con la obra "Los bateleros del Volga ". Desde este momento la fama del pintor no hizo sino crecer.
El abanico de temas abarcados por Repin fue enorme: la vida cotidiana del pueblo, la mitología eslava, episodios históricos o retratos. Destaca su habilidad para reflejar en las escenas y personajes de sus obras el espíritu de la época retratada. Su obra refleja la realidad de cada momento histórico: el dolor, la esperanza, sus profundas contradicciones y dramas... El diáfano realismo de Repin encuentra su mejor reflejo en retratos como el del compositor Musorgsky, realizado pocos días antes de la muerte del músico.
1 comentario:
fue para mi el major pintor realista del siglo pasado
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