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Arco iris

I. Aivazovsky. “Arco iris”. 1848

El mar en diferentes momentos y estados fue el principal motivo de las obras de Iván Aivazovsky, pintor al que se encuadrá en la generación de los románticos tardíos.

En el cuadro la tripulación abandona en botes un navio que apenas se mantiene a flote y se dirigen a un difuso acantilado. El autor nos situa en el centro de la tormenta. Los contornos se pierden. Un rayo de luz que se ha colado entre las nubes llena el cuadro de finos matices de color azul, verde, rosa, lila y amarillo.

Cuando termino el cuadro Aivazovsky no encargó un marco dorado como hacía habitualmente, sino negro intenso, para reforzar más el colorido de la obra.

Esta obra forma parte de la colección de la Galería Tetriakov de Moscú.

Aivazovsky, Ivan Konstantinovich (1817-1900)

Nacido en Teodosia en la familia de un comerciante armenio arruinado, desde la infancia mostró tales dotes artísticas que personas influyentes ayudaron al joven Aivazovsky a entrar en la Academia de Artes de San Petersburgo en 1833. En ésta el encuentro con el pintor marinista francés F. Tanner jugaría un papel decisivo en el desarrollo de la vocación del joven artista.


En 1836 Aivazovsky presentó en una exposición del academia cinco paisajes marinos que recibieron la atención de la crítica y un año después, por dos nuevos trabajos, recibió el título de artista y la Gran Medalla de oro.


En 1840 Aivazovsky viajo a Italia, lugar donde residió durante unos años. Durante ese tiempo también expuso en Alemania, Francia y España obteniendo siempre un gran éxito. El espíritu romántico de sus paisajes, la claridad y brillo de los colores unidas al alto nivel de su técnica trajo la fama a Aivazovsky de uno de los mejores marinistas europeos.


En 1845 el pintor volvió a Teodosia, lugar donde residió hasta el fin de sus días. Fue en esta época donde realizó sus obras más brillantes. Bajo la influencia de la Guerra de Crimea (1854-1856) y del arte de los Itinerantes el lenguaje de su obra cambió ganando en realismo.


Aivazovsky fue un trabajador incansable. Pintó alrededor de 6.000 cuadros, participó en más de 120 exposiciones, enseñó en la Academia de Arte de San Petersbugo y en las de Stutgart, Florencia, Roma y Amsterdam.


Más información.

La Novena Ola

I. Aivazovsky. “La novena ola”. 1850

“La novena ola” es uno de las primeras obras del marinista Iván Aivazovski. El motivo representado es uno d elos favoritos de los románticos: el naufragio y la lucha del hombre con los elementos.

Según la tradición marinera, la novena ola es la más astuta y peligrosa de la tormenta, si los marineros logran sobrevivir a ella, el peligro habrá sido superado. El resplandor del sol naciente parece invitar a la esperanza.

Se sabe que la mayoría de los paisajes los realizaba usando su imaginación y su potente memoria visual. Según él pensaba, era inconcebible captar el movimiento de los elementos (el relampago, el viento, el oleaje...) con el pincel. El confiaba antes en la fortaleza de su imaginación antes que en su sensaciones.

Esta obra forma parte de la colección del Museo Ruso de San Petersburgo.