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El desayuno de un aristocrata

P. Fedótov. “El desayuno de un aristócrata”. 1848

Esta obra de Pável Fedótov se situa dentro de su serie de obras satíricas . Ya había pintado obras como la "Petición de mano del comandante".

La escena nos muestra a un joven petimetre lujosamente vestido sorprendido en el momento de su desayuno. Cogido por sorpresa, intenta tapar su escaso desayuno con un libro. La abundancia de objetos en la habitación o el caniche contrastan con el pobre desayuno. La escena nos habla de la hipocresía, la vanidad del mundo y las falsas apariencias.

Esta obra forma parte de la colección de la Galería Tetriakov de Moscú.

La petición de mano del comandante

P. Fedotov. “La petición de mano del comandante”. 1848

En los cuadros de Pável Fedótov las escenas de la vida cotidiana del s. XIX se transforman en pintorescos espectáculos. Cuando se expuso este cuadro en la Academia de Artes tuvo un sonado éxito y lanzó a su autor a la fama.

En la casa de un comerciante se ha fijado la primera visita del pretendiante a la mano de su hija al cual sólo conocen por boca de la casamentera. Esta ya ha entrado en la habitación mientras el comandante, un buscador de fortuna, espera en el umbral arreglando su bigote. Parece ser que Fedótov se retrato a si mismo en éste personaje. Cerca de la casamentera está el padre, arreglándose su levita. La novia prece querer esconderse pero por su gesto amanerado lo que percibimos no es sino coqueteo. La madre trata de detener a la novia agarrándola por la falda.

Fedótov fue el introductor de la pintura de género en el arte ruso.

Esta obra forma parte de la Galería Tetriakov de Moscú.

Fedotov, Pavel Andrevich (1815-1852)

Pável Fedotov nació en Moscú en el seno de la familia de un oficial retirado. Después de terminar su formación como cadete sirvió en la Guardia Imperial en San Petersurgo. Entró en el mundo del arte ya en la treintena. Durante su tiempo de servicio pudo pintar mucho, visitar el Ermitage y frecuentar la Academia de Artes. Despertado su amor al arte y apoyado por el pintor I. A. Krilov en 1844 se retiró del servicio con una pensión insignificante.


La contribución de Fedotov al arte ruso fue inestimable: fue el primero en introducir en el cuadro la crítica de la sociedad contemporánea. Su única e inagotable fuente de inspiración eran los acontecimientos cotidianos que se desarrollaban a la luz del día. Fedótov comenzó con una serie de caricaturas, a las que llamó "Escenas crítico-morales de la vida cotidiana", dibujadas a la sepia.


En 1846 el cuadro "Un caballero lozano" inagura una serie de cuadros cómicos y ácidos dedicados a la vida de la gente común. La sátira se torna implacable y reveladora en obras como "El desayuno del aristócrata" o "Encore, todavía encore" (en francés en el título original). En esta última comienza ya a mostrarse un mundo fantasmagórico en el que el juego de sombras disuelve la frontera entre sueño y realidad. A menudo la ironía del autor se tornó en compasión hacia el dolor y la injusticia en cuadros de triste lirismo como "La viudita". Conmovedores y líricos son también una serie de pequeños retratos de amigos y otra gente cercana como el de N. P. Zhdanovich en el clavicordio.

La vida del artista terminó tragicamente a los 37 años ingresado en un hospital psiquiátrico.

La joven viuda

P. Fedotov. “La joven viuda”. 1851

Se reconoce a Pável Fedótov como el fundador del género costumbrista en la pintura rusa. De este cuadro hizo cuatro variantes.

El período en que creó “La joven viuda” fue difícil para el pintor: las desgracias en la familia, las críticas malintencionadas a su obra y una enfermedad grave se reflejaron en la creación del artista. En concreto se cree que este cuadro apareció bajo la influencia de una tragedia familiar sufrida por su hermana: ésta enviudó quedándose sola con un niño. La mujer acabó viviendo en la miseria ya que que lo único que heredó de su marido, un funcionario pobre, fueron deudas.

Así podemos ver como en el centro de la composición se encuentra una joven mujer que va a ser madre. Con la cabeza agachada se apoya en la cómoda sobre la cual vemos un retrato del marido ya muerto a quien Fedótov dió sus propios rasgos. La disposición de los objetos permite suponer que va a abandonar al casa.

Tanto el Museo Ruso de San Petersburgo como la Galería Tetriakov de Moscú albergan copias de esta obra.